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El apetito por las letras del Tesoro perdura, pese a la caída de su retribución | Economía

El apetito por las letras del Tesoro perdura, pese a la caída de su retribución | Economía

El apetito por deuda pública en forma de letras del Tesoro perdura, a pesar de que su rentabilidad empieza a languidecer como consecuencia del congelamiento de tipos anunciado por el Banco Central Europeo (BCE). Este martes, el Tesoro Público ha colocado 4.272,31 millones de euros en la subasta mensual de letras a 6 y 12 meses, en la primera operación de este tipo posterior a la decisión de la autoridad monetaria. Durante esta última sesión, la demanda de los inversores volvió a duplicar el importe adjudicado y se elevó hasta los 9.256,23 millones, ligeramente más que última subasta de octubre, cuando alcanzó los 9.158.46 millones.

En poco más de un año, el organismo, que depende del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, ha emitido deuda con una rentabilidad que ha ido de alrededor del 0% a casi el 4%. La jugosa bonificación ha seducido a inversores institucionales, pero también a pequeños ahorradores, que han hecho cola a las afueras del Banco de España para no quedarse sin su parte de la deuda a corto plazo; uno de los activos considerados más seguros. Sin embargo, para esta sesión la remuneración ha quedado debajo del 3,8%, que es la cota que se alcanzó en la última venta de octubre y la más alta registrada para estas referencias.

En concreto, para las letras de 12 meses, el organismo liderado por Carlos Cuerpo capitalizó 3.629,64 millones de euros, ofrecidos a un interés medio del 3,606%, cuando hace un mes este se situaba en el 3,856%. La ratio de cobertura, en cambio, se elevó a 1,99, ya que la demanda ascendió a 6.519,90 millones. Por otro lado, el Tesoro canalizó 1.002,67 millones de euros en deuda a seis meses, a un interés medio del 3,709%, frente al 3,823% de la anterior subasta. En este caso, la ratio de cobertura fue de un 2,73, con una demanda de 2.736,34 millones.

Los hogares apuestan por la deuda

Atraídos por su rentabilidad y ante la negativa de las entidades financieras de premiar el ahorro, la demanda de los inversores minoristas, como los hogares —que se han convertido en el principal tenedor de deuda pública a corto plazo— se elevó en esta última subasta a 1.617,73 millones de euros, casi el 38% del importe adjudicado. En agosto, este segmento acumulaba en su conjunto 20.348 millones de euros en cartera, lo equivalente al 30% de la deuda a corto plazo en circulación.

“Es un activo sin riesgo”, considera Santiago Carbó, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia, quien añade que “para las personas más mayores, además, el Banco de España facilita su compra mediante cita previa, por lo que hay un segmento del mercado que va a tener cierta fuerza”. Carbó estima que la euforia empezará a apagarse a medida que bajen los tipos de interés y de que aparecen nuevas alternativas en el mercado para productos similares. “Aunque no parece que esto vaya a suceder a corto plazo”, concluye.

La institución que preside Christine Lagarde vio como la inflación, producto de una serie eventos originados en la pandemia y agravada por la invasión rusa en Ucrania, acorralaba a la zona euro, debilitando el poder adquisitivo de los ciudadanos. En respuesta, inició un rally inédito en la historia de la institución que llevó a los tipos hasta el 4,5% en poco más de un año.

Con esta subasta, el Tesoro empieza a culminar su objetivo de financiación bruta para todo el 2023, que asciende a 256.846 millones para todo el año. La pretensión del organismo ha sido captar el grueso de la deuda en la primera parte del año, una práctica habitual dentro de la institución, pero que cobra especial importancia este año ante las decisiones del BCE. Por su parte, el endeudamiento neto de la entidad en 2023 se mantendrá en 70.000 millones. Desglosando por tipo de instrumento, se prevé que las Letras del Tesoro aporten financiación neta negativa por 5.000 millones, por lo que los bonos y obligaciones del Estado, junto con el resto de las deudas en euros y en divisas, aportarán los 75.000 millones restantes.

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By Laura Salas

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