Las ventas de coches eléctricos e híbridos enchufables avanzan al ralentí en España y las patronales del motor alertaban del riesgo de que el fin de las ayudas a la compra, previstas para el próximo 31 de diciembre, frenara en seco el mercado. El Gobierno ha dado respuesta hoy a esas señales de alarma y ha decidido prorrogar hasta el 31 de julio, siete meses más, el plan Moves III, del que todavía quedan disponibles 290 millones de euros. El programa ofrece subsidios máximos de 7.000 euros en el caso de adquirir un coche electrificado (9.000 euros en el caso de furgonetas) y, en el proceso, destinar uno viejo al achatarramiento.
La prórroga permite alcanzar el periodo veraniego, meses en los que se concentra el mayor número de matriculaciones, y apuesta por consumir los 1.200 millones de euros que el Ministerio para la Transición Ecológica ha destinado a este plan desde su estreno en 2021, con dos ampliaciones presupuestarias. El objetivo era cerrar 238.000 peticiones de ayudas para vehículos eléctricos y puntos de recarga (también subvencionados con hasta un 80% de las ayudas en el caso de municipios de menos de 5.000 habitantes). El ministerio asegura que el hito está superado, puesto que hay 250.000 solicitudes registradas.
La prórroga del Moves coincide con otra medida impulsada por el Gobierno en junio pasado para incentivar las matriculaciones de vehículos eléctricos: una desgravación de un máximo del 15% del coste de un vehículo eléctrico o de instalar un punto de recarga en el impuesto de la renta.
“La prórroga permite continuar trabajando con las Administraciones para mejorar la eficacia de los futuros planes, una de nuestras prioridades para 2024, y especialmente conseguir que las ayudas se cobren en el momento de la compra, algo que daría un empujón a las ventas de vehículos electrificados”, ha afirmado en un comunicado la patronal de fabricantes de vehículos Anfac. La asociación empresarial ha recordado que los coches electrificados apenas tienen una penetración en el mercado del 12% en lo que va de 2023, un porcentaje inferior al 21% del mercado europeo o al 28% de Portugal, país vecino que tiene una renta similar y que, en cambio, está teniendo mejores resultados en las ventas de coches cero emisiones. Faconauto, la patronal de los concesionarios, ha saludado la iniciativa, pero ha llamado al Gobierno a trabajar con el sector para modificar la tramitación administrativa de futuros Moves.
Uno de los lastres de España, convienen los expertos, es el sistema de concesión de ayuda. Los compradores tienen que iniciar un farragoso proceso administrativo una vez adquieren el vehículo eléctrico o híbrido, lo que acaba prolongando hasta un año el cobro de los subsidios, que después tienen que incluirse en la declaración de la renta. Esa lentitud del proceso provoca que los fabricantes no se atrevan a adelantar las ayudas y que, por tanto, los compradores no conciban la subvención como un descuento en el precio final del coche. Si a eso se añade que los vehículos eléctricos son todavía más caros que los de combustión, muchos potenciales clientes pueden preferir optar por un clásico coche de gasolina (todavía muy mayoritario en el mercado español).
Toda esa burocracia asociada a la tramitación de fondos, que gestionan las comunidades autónomas, provocaba que en julio, dos años después de estrenar el programa, apenas se hubieran concedido 350 millones de euros de los más de 900 millones que se habían consignado.
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